13Hoy es 30 de abril, fecha marcada en rojo en todos los calendarios de los contables, no en vano es el último día en el que se pueden legalizar los Libros de Contabilidad de las empresas, por lo que culmina con esa presentación todo el trabajo realizado en darle forma, negro sobre blanco, a toda la actividad realizada por el empresario a lo largo de un año. Después vendrán las cuentas anuales, pero esa es otra historia.
Aún recuerdo, con cierta nostalgia, las jornadas previas a este día cuando vivía en Madrid: sesiones interminables con clientes, preparación de listados (que no se enganchara el papel en la impresora, por favor) y horarios de oficina interminables. Todo ello para terminar en una cola de tómate pan y moja en el Registro Mercantil. ¡Qué tiempos…!
Hoy las cosas son más fáciles: al menos ya no hay que hacer colas. Supongo. O no, no lo sé, la verdad. Y es que con ésto de internet muchas cosas han cambiado. Ahora podemos enviar toda la información desde el despacho, a la hora que queramos y sin esperar ni guardar turno, tan sólo hay que rezar para que san adsl funcione y que el ordenador no haga de las suyas, vamos, que sea como un día cualquiera.
Y es que muchas cosas han cambiado. Antes teníamos la impresoras matriciales, que para imprimir un libro de tamaño mediano tardaba un día, como poco, mientras que ahora con una láser los tienes en horas. Eso si necesitas imprimirlo, por que tampoco es necesario ya. Pero a mí lo que más me impactaba era ver a la gente cómo llevaban cajas y cajas llenas de libros (como nosotros, pero a lo bestia) o libros que llegaban en carretillas enteras para ser presentados. Y todos, diligentemente, guardando su turno en la cola zigzagueante.
Más tarde la cosa cambió. Ya no había que llevar los libros fisicamente, había que llevar tan sólo la hoja de presentación y en ella el Registro indicaba la fecha para presentar los libros, lo cual era más cómodo puesto que la cola era menor, había menos esperas y era más rápido.
Ahora el avance es tecnológico, aunque el trabajo previo sigue siendo el mismo y las prisas y la tensión y el estrés, también, asi que si me lo permiten les tengo que dejar que tengo que enviar unos libros y hoy termina el plazo.